"Day after day, we are comming across with unexpected events which make our live a little adventure " (Enigman)

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Literatura

Mis chicos y chicas de Primero B saben que el lenguaje literario ha de cumplir dos requisitos básicos para serlo: ser bello y sorprender.

Dirán los críticos que nunca leerán esto que si la expresión, los recursos literarios, el ritmo, la trama, la estructura.... Banalidades intelectuales.

El texto que sigue, el primero de una serie que irá apareciendo en próximas entradas,  es el resultado de un rato de clase dedicado a la escritura creativa. Cada chico escribió un párrafo sin conocer lo escrito por sus compañeros. De esa forma, al colocarlos uno a continuación de otro, dispusieron el azar y las musas que resultase lo que sigue. 

El objetivo no era otro que escribir. Escribir y disfrutar haciéndolo. Todo lo demás vendrá cuando haya de venir.

Ahora toca leer y dejarse sorprender.



Érase una vez un niño que se perdió en una ciudad muy grande. Sus padres le buscaban pero el niño no aparecía. Se lo dijeron a la policía, pusieron carteles por todos los postes y farolas… Pero el niño no apareció

Trabajaba en el periódico local, aunque su gran pasión siempre había sido el cine. Él no quería ser un simple actor, quería ser el doble de algún protagonista en las escenas de acción. Por primera vez en mucho tiempo, no pudo dar una evasiva; había cogido la costumbre de evitar cumplir su sueño porque lo veía imposible. Ahora, con el periódico sobre la mesa y el anuncio ante sus narices, no podía decir que no a su sueño.

En el río se encontró un pez muy grande y se marchó a buscar a su padre para consultarle. En seguida se subieron en el coche y fueron hacia allí. Cuando llegaron, unos hombres encapuchados los secuestraron y les torturaron. El chico vio un pez que le llamó la atención y dijo que ya lo había visto antes. Cuando aquellos hombres iban a dispararles, entraron los antidisturbios a meter leña.

Llegué a mi nuevo instituto y me sentía rara, como si la gente me despreciara. Choqué sin querer con un chico muy guapo y nos empezamos a conocer. “Hemos quedado a las seis en el cine” le dije a mi madre.

Iba yo el otro día con mi perra y cuando le estaba tirando la pelota, vi un gato subiendo por una pared bastante alta. Mi perra, como de costumbre, cuando vio al gato, pues fue a por él. El gato se metió en una casa abandonada y pensé que no volvería a verla porque…

Como casi todas las historias acaban bien, esta también va a acabar bien para que los niños no empiecen a llorar, porque si no, el autor se pondrá triste. Bueno, yo me despido porque la historia acabada de terminar. Chin pon.


Lo dicho: la siguiente historia, en la próxima entrada. Allí nos leemos.

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