Y...
That's all, folks!
Esta es la última entrega de literatura creativa.
Eso sí, siempre podréis releerlas o inventar algo nuevo.
Esto es lo que hay.
Hacía
frío. Era invierno. Juan, un chico con el pelo rubio, ojos marrones y estatura
normal, paseaba por las calles de Nueva York. De repente oyó…
Fue
hacia el parque donde se encontró con una niña que se llamaba Rita. Empezaron a
hablar, se hicieron amigos y fueron paseando hacia el lago comiendo palomitas.
Y se sentaron a la orilla del lago y compartieron las palomitas con los patos y
los cisnes.
Entonces,
el Capitán Calzoncillos siguió peleando
con una palanca de desatascar retretes. Un retrete le venía por un lado,
otro le amenazaba por el otro, pero el Capitán Calzoncillos pudo meterles la
palanca de desatascar por la boca y los retretes murieron. Pero todavía quedaba
el Súper Retrete Parlante 3000.
Los dos chicos corrieron, intentando huir del
asesino. Llegaron a una montaña en la que no había lugares para esconderse. Se
pusieron muy nerviosos. Se acercaba el asesino y no sabían qué hacer.
David
no recibió un tiro en la cabeza porque Pablo le empujó a tiempo. Diego curaba
la herida de Isma, ya que tenía una bala en el hombro. Mientras, yo intentaba
cargarme a un francotirador en la ventana del edificio de enfrente que nos
tenía inmovilizados. Finalmente, un helicóptero nos evacuó a todos. La misión
había acabado.