"Todos los historiadores coinciden en que Napoleón pudo haber perdido la decisiva batalla de Waterloo, el 18 de junio de 1815, librada entre el ejército imperial francés y las tropas británicas y prusianas al mando del duque de Wellington y del general von Blücher por un repentino y violento ataque de hemorroides. La noche previ a la batalla, el Gran Corso durmió poco y sus generales observaron cómo se movía con dificultad y cómo sus fuerzas flaqueaban. Aquella mañana, en lugar de atacar más temprano como estaba previsto, Napoleón se vio obligado a demorar el ataque ante la imposiblidad de subirse a su caballo Marengo con el fin de supervisr el movimiento de sus tropas. El día era terrible y la lluvia inundaba los campos de Bélgica. Napoleón pensó que si esperaba la lluvia escamparía y el terreno se secaría ligeramente. La tensión y los nervios provocaron que los músculos del esfínter de Napoleón se tensaran de tal manera que el emperador francés sintiera intensos dolores hemorroidales que le obligaron a tomar baños para calmar las molestias. Cuando pudo hacerlo, la climatología adversa y otros errores de estrategia militar (…) facilitaron la victoria de las tropas prusianas y británicas (...)."
Tomado de:
Carrillo de Albornoz, J. M.;
"Las hemorroides de Napoleón y otras 499 anécdotas
que pudieron (o no) cambiar la historia"
Me parece demasiado rebuscado...creo que exageran, y aunque Napoleón hubiera ganado en Waterloo creo que ya estaba bastante acabado...jaja...(como dice el dicho:"no le busques tres pies al gato")^^
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