"Day after day, we are comming across with unexpected events which make our live a little adventure " (Enigman)

martes, 2 de marzo de 2010

Marta

Marta


Tardamos en ver un ombligo en el cine. El Código Hays lo consideraba una provocación erótica y lo prohibió hasta 1968. Ni siquiera salían váteres en las películas. «Al abrir la puerta de un cuarto de baño no podía verse la taza», reconocía Mankiewicz. El ombligo estuvo oculto hasta que los jóvenes de mayo se desabrocharon el cerebro, las braguetas y arrojaran los sostenes. Pasaron las generaciones y llegó la última, la 2.0, la de Tuenti, cuya bandera es su ombligo y el escudo, su piercing. El ombligo, vaso de la luna en el montón de trigo del Cantar de los Cantares, tiene un simbolismo de libertad pero en estos días adquiere un significado fatal porque aparece debajo de la blusa de Marta unos meses antes de ser asesinada. Como Ofelia, ha tenido una muerte cenagosa, pero no será náyade de la que broten fragantes violetas, ni flota como el gran lilio del poema de Rimbaud, entre los sauces tenebrosos del Guadalquivir de luto.

Seguimos siendo capaces de una ferocidad sin límites. Una barbarie ancestral permanece en nuestros inconscientes. Si no lo creen, miren a ésos que quieren linchar a los asesinos de Marta en la puerta del juzgado. La inclinación a la matanza tal vez apenas haya cambiado durante nuestra residencia en la Tierra. Sí ha cambiado el estilo. Miguel no es Pascual. Dice Pascual Duarte: «Yo, Señor, no soy malo. Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer, y sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos como si fuéramos cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte». Pascual es la España agraria. Miguel, la sociedad de la comunicación. Pascual mata a la yegua, mata a la perra porque le molesta su mirada, mata a navajazos a su madre. Miguel asesina a una preciosa adolescente.Mata a una estrella por celos, por resentimiento. En Pascual asesina un yo salvaje, ignorante. A Marta la mata un idiota narcisista que ha tenido la oportunidad de pertenecer a la generación Einstein y se ha quedado en el suburbio del lenguaje apache y el torso desnudo. Ni es más listo, ni más rápido, ni más preparado, sino más psicópata. Así hay muchos. Papás, mirad los blogs. Los padres de esta generación nacida para chatear y trallar siguen en la inopia, en la carencia moral.

Esos ojos verdes, la camiseta donde pone Tarifa, es el retablo de una generación. El piercing no oye los sermones. Pero es necesario que les den a los adolescentes algo más que el móvil y les dejen chatear con homicidas en la almohada del mal. No es el destino el que nos varía como si fuéramos cera, sino la educación que, desde los griegos, es darle al cuerpo y al alma toda la belleza de que son susceptibles.


RAUL DEL POZO
El ruido de la calle
EL MUNDO, 19.02.2009

Imagen de adiosaloslibros.es

3 comentarios:

  1. En un sólo texto, en tan poco espacio, podemos apreciar ya la censura, el ansia de poder, ya sea censurando una escena o asesinando a una joven

    Pero todo esto también incluye a la gente que esperaba al asesino para lincharle, en mi opinión una reacción normal, entendible, pero no llega a ser aceptable, porque hay otros métodos, como la justicia, que en este país funciona medianamente bien.

    Desde siempre la ira ha formado parte de nosotros, lo único que ha cambiado ha sido la forma de expresarla.

    El gran mensaje es la educación, su crítica, y la manera en que esta debe cambiar, ya que ahí está la raíz del problema, que lo expresan tanto en el texto como en el libro

    Porque como dice el tema 3 del libro, haz lo que quieras, pero hombre, hay un límite… Y el tipo este llamado Miguel Carcaño lo ha traspasado.

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  2. Quizás pensar que la raíz del problema es un narcisismo empedernido, una falta de ambición en la vida, de valores, de principios... Quizas algunos compartan esta opinión pero... ¿alguien se ha parado a pensar aquel que no hace nada por ayudar, por inculcar unos valores a estas personas, está haciendo mas daño que la persona impulsada por la ira al ver al asesino de su ser mas cercano?
    Todas las opiniones son validas...pero lo que está muy claro es que la libertad que el a creído que tenía, ha sido demasiada...

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  3. Héctor Álvarez dijo…
    Hoy en día nos encontramos en una sociedad en la que los adolescentes a partir de una edad muy temprana toman el control absoluto sobre su vida privada , los padres la desconocen por completo , ya que los adolescentes no les permitimos la entrada a nuestro mundo ( cuarto, ordenador, chat,móvil…)
    La existencia de blogs y chat es una ventaja , claro está; pero deberíamos darnos cuenta de que todo el mundo no lo ve como se debería ver en un principio. En un principio estas nuevas tecnologías a través de internet son creadas con el fin de relacionarnos y hacer amistad con personas de otras ciudades e incluso de la misma ciudad, otras culturas … pero hay personas que pueden tener fines totalmente distintos a esos , buscando “presas” de las que poder sacar algún tipo de provecho. Es en estos casos cuando se pueden dar robos, violaciones, palizas, engaños…Es la generación en la que nos econtramos y por más que intento pensar, no logro encontrar una solución para todos llos problemas que plantea.
    El aso de Marta del Castillo es uno de los varios que todavía quedan por suceder ya que todavía la sociedad no está concienciada. Ha sido un caso que ha impactado mucho en España y que ha dado la vuelta al mundo , pero debemos comprender que si seguimos así , no será el último.

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