¿Has visto el doodle de hoy?
En estos tiempos en los que resulta tan fácil escribir que
España va tan mal, que no hay dinero para casi nada, que los famosos recortes
lo amenazan todo… quizá convenga decir que hace ya unos cuantos años vivió un español, que con dotes geniales para la ciencia y con no
menos dificultades (no creo que menores que las actuales) logró éxitos extraordinarios.
Se llamaba Santiago Ramón y Cajal, nacido en un pueblecito
de Navarra, aunque de padres aragoneses, tal día como hoy en el año 1852. Fue un médico e investigador especializado en histología y anátomo-patología que obtuvo el premio
Nobel de Medicina en 1906 por sus descubrimientos sobre las células
nerviosas: las neuronas.
Es curioso, pero su inteligencia y constancia no se
reflejaron en su vida como estudiante, ya que detestaba el memorizar de
carrerilla. Sus profesores tampoco se lo pusieron fácil. Cursó la carrera de
Medicina en Zaragoza, donde se lienció a los 21 años. Más tarde vendría su
labor como médico militar, la tuberculosis, sus cátedras en diversas
universidades, sus dificultades económicas…
Tras no pocos esfuerzos, logró que el gobierno creara en 1902 un
moderno Laboratorio de Investigaciones Biológicas en el que trabajó hasta 1922,
momento en el que pasa a prolongar su labor en el Instituto Cajal, en
donde mantendría su labor científica hasta su muerte.
Entre 1897 y 1904 publicó, en forma de
fascículos, su gran obra Histología del sistema nervioso del hombre y de
los vertebrados.
Mientras tanto, se dedicó completamente a sus alumnos de
medicina. Quiso que en su muerte, un 17 de octubre de 1934, ellos fueran quienes
le acompañasen.